El Proyecto Educativo Institucional, enmarca la formación de personas en la trilogía
estética compuesta por la visión del mundo, del ser humano y de la educación,
relacionadas e interdependientes, cada una de ellas, con todos y cada uno de los
postulados que hacen parte del modelo de formación. Considera su expresión como
fruto de la sensibilidad humana que, de manera subjetiva, interpreta el entorno y lo
recrea de manera armoniosa, equilibrada e integral.
Define el desarrollo integral como la articulación de las dimensiones afectiva,
cognitiva y corporal, en las que la sensibilidad, el conocimiento y el ejercicio
profesional, como proceso, subsume la concepción de ciencia y se muestra más
apropiado para pensar la formación humana integral, interpretación apropiada
del sujeto que conoce, mediante su sensibilidad para intervenir la realidad en que
convive.
El mejoramiento de tales dimensiones, como logro de capacidades individuales,
apoya el desarrollo de competencias sociales, disciplinarias, profesionales e
investigativas enmarcadas en los principios de autonomía, conocimiento y armonía,
en la promoción de las capacidades intelectuales y prácticas, en el manejo de
lenguajes universales, en la articulación del pensamiento con el ejercicio creativo y
crítico en el análisis y la solución de las necesidades de la sociedad, en la utilización
de las tecnologías y lenguajes universales como expresión de identidad y en el
acceso a otras culturas y conocimientos, complementarios de la formación integral.